Uno de los clásicos recientes es este disco de la estadounidense Lady Gaga, que retoma las enseñanzas del Glam Rock para reinventarlo en pleno siglo XXI, creando otro personaje para la antología del pop, como Bowie, Michael Jackon o Prince. Con una sonoridad muy actual y una imagen cuidada hasta el último detalle, nos recuerda lo que nunca debe dejar de ser el rock: espectáculo. Da igual donde empieza el personaje y donde acaba la persona, unas grandes canciones encabezadas por "Bad Romance", "Alejandro" o "Telephone" (con unas armonías increíbles en el estribillo), esconden verdaderas joyas que demuestran el talento de la compositora: "Speechless".
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