Lady Gaga - The Fame Monster (2009)


Uno de los clásicos recientes es este disco de la estadounidense Lady Gaga, que retoma las enseñanzas del Glam Rock para reinventarlo en pleno siglo XXI, creando otro personaje para la antología del pop, como Bowie, Michael Jackon o Prince. Con una sonoridad muy actual y una imagen cuidada hasta el último detalle, nos recuerda lo que nunca debe dejar de ser  el rock: espectáculo. Da igual donde empieza el personaje y donde acaba la persona, unas grandes canciones encabezadas por "Bad Romance", "Alejandro" o "Telephone" (con unas armonías increíbles en el estribillo), esconden verdaderas joyas que demuestran el talento de la compositora: "Speechless".


Red Hot Chili Peppers - Blood Sugar Sex Magic (1991)


Pocas bandas tienen la capacidad de crear un sonido que exprese tan bien la energía del Rock en su estado más puro. A partir de una original mezcla de rock, punk, rap y heavy, esta banda californiana lo lleva consiguiendo desde sus inicios, muestra de ello es este disco repleto de furia, pasión y rabia que aún hoy día sigue asombrando por el talento de sus miebros, entonces veinteañeros, y de como fueron capaces de crear ya verdaderos clásicos como "Under the Bridge" o "Give it Away". También marca el punto de partida experimental de uno de los grandes guitarristas del rock: John Frusciante, justo antes de su muerte y transfiguración.


U2 - Achtung Baby (1991)


Un giro de 180º permitió  a la banda Irlandesa U2 reinventarse a si mismos con un puñado de grandes composiciones abanderadas por la guitarra de The Edge y la voz de Bono. El disco se caracteriza por unos arreglos muy originales, con una sonoridad cercana al rock alternativo e incluso electrónico, y por intentar plasmar en una misma idea la música y la estética, consiguiendo crear no solamente un disco sino un 'concepto musical' que cogía todo su esplendor en directo, en la llamada gira 'ZOOTV', con una espectacular puesta en escena donde la escenografía, el vestuario y las canciones formaban un mismo concepto operando a distintos niveles.


John Mayall - Bluesbrakers with Eric Clapton (1966)

Disco a estudiar para cualquier guitarrista y amante del rock, ya que es una especie de recopilación de grandes clásicos del blues-rock versionados por un inspirado Mayall y un Eric Clapton inventando la distorsión, poniendo el ampli a tope y grabando en una habitación a parte. Todo para conseguir uno de los sonidos más asombrosos que se han grabado en un estudio. El álbum está repleto de grandes clásicos pasados por el buen gusto de los ingleses, quienes se dieron cuenta de todo el potencial que escondía aquella música que venía del otro lado del océano.


Pink Floyd - Dark Side of the Moon (1973)

Disco clasicote que no falta en ninguna lista, aunque a mi entender un poco sobrevalorado. Es cierto que marca un antes y un después en la forma de entender la producción de las canciones, utilizando técnicas novedosas para su tiempo y acercándose a lo que tiempo después serían los loops y los samplers, pero este alarde tecnológico se 'come' a veces la calidad de las canciones, en exceso sobrecargadas y demasiado complejas para lo que tiene que ser un disco de rock, cosa que lo hace un pelín pesado para escuchar entero. Por otro lado tiene verdaderos clásicos atemporales como "Money" o "The Great High in the Sky".

Supertramp - Breakfast in America (1979)

Uno de los grandes clásicos de los 70 este este "Breakfast in America", del grupo británico Supertramp, liderado por un inspirado Roger Hodgson, quien firma las mejores canciones del álbum gracias a su asombrosa voz y su capacidad para crear originales armonías que mezclan a la prefección la técnica y la emoción. El grupo hacía un pop muy sofisticado para la época, utilizando intrumentos poco habituales del género como el saxo o la harmónica, concediéndoles un gran protagonismo dentro de las canciones. Es un buen ejemplo del llamado rock 'progresivo', pero en su vertiente más comercial. Cuatro de sus canciones son clásicos imprescindibles: "The Logical Song", "Breakfast in America", "Take the Long Way Home" y "Goodbay Stranger".

Alanis Morissette - Jagged Little Pill (1995)


Uno de los grandes discos de los noventa es esta descarga de energía de la canadiense Alanis Morissette, una desconocida hasta entonces que ya había editado dos álbumes de estudio del género dance-pop sin mucha repercusión pero que, una vez renegado ese estilo, se soltó la melena para destaparse como una brillante compositora y original letrista, para dar lugar a un fenómeno que en pocos años logró vender 30 millones de discos y revitalizó el género para otras cantautoras-rock que salieron de su estela.


Screamin' for My Supper - Beth Hart (1999)


Aquí tenemos otro caso de artista casi desconocido fuera de sus fronteras pero con un gran talento creativo. Seguramente es por hacer un rock  típicamente americano. Con una sonoridad que entronca directamente con el mejor blues-rock de los setenta, esta cantante de Los Ángeles consigue crear unas canciones poderosas ya sea con baladas o con el rock más puro, con una prodigiosa voz y un gran dominio del piano. El disco está lleno de grandes temas: "Just a Little Hole", "L.A. Song", "Get your Shit Togheter", "Skin" o "Mamma" son una muestra.



The Final Countdown - Europe (1986)


A mediados de los ochenta aparecieron una serie de grupos de largas melenas enlacadas y pintas heredadas del peor 'glam rock' de los setenta, que se englobaron bajo la denominación 'heavy pastel' por intentar conjugar la dureza del heavy con la amabilidad del pop. La mayoría no hacían ni lo uno ni lo otro, pero de entre todos destaca muy por encima este álbum, conocido sobretodo por la famosa canción que le da título pero que esconde un puñado de increíbles composiciones con una perfecta interpretación vocal del cantante y compositor Joy Tempest.

Canciones - Duncan Dhu (1986)

Otro gran disco de los ochenta españoles fue este 'Canciones' del grupo de San Sebastián Duncan Dhu. Es una muestra que con pocos medios pero con talento se pueden hacer grandes cosas. Unos arreglos sencillos y una producción a la medida, que supo captar muy bien el espíritu melancólico de las canciones, con una sonoridad austera pero al mismo tiempo agradable de oir, consiguen mantener aún hoy vivo el álbum. Destacan las canciones 'Cien Gaviotas', 'No puedo evitar (pensar en ti)', 'Jardín de Rosas' o 'Esos Ojos Negros'.

Elvis Presley - Elvis Presley (1956)


En este cortito álbum (tal como se hacían en la época) está condensado todo el espíritu del rock. Canciones sin pretensiones, 'sólo' compuestas para gustar al mayor número de personas posible. Por algo fue el primer disco de rock en llegar al nº1, con aquella forma de componer de los cincuenta, donde las canciones se escribían como churros y sólo las mejores pasaban al disco. De esta forma de hacer nada romántica, como un artesano hace una silla, salieron clásicos que aún sorprenden hoy en día.

Howlin' Wolf - Rockin' Chair Album (1962)

  
Sin ser un disco de rock, ya que se trata del blues más tradicional estilo Chicago, lo cito al ser uno de los álbumes más influyentes de la historia del rock, ya que fue una fuente de inspiración para los grandes grupos ingleses de la década de los sesenta, desde los Batles hasta Led Zeppelin, Cream, The Who o The Animals, pero sobretodo para los Rolling Stones, quienes consiguieron despertar el interes por este tipo de música más allá de las fronteras de USA. La mayoría de las canciones del disco fueron versionadas por los grupos antes citados, dándoles su particularidad sonoridad y rebajando su crudeza sonora para hacerlas más asequibles al público blanco. Destacan las canciones "Wang Dang Doodle", "Goin' Down Slow", "Spoonful" o "Little Red Rooster".

                                         

Aerosmith - Get a Grip (1993)

Este disco del grupo de Boston 'Aerosmith' demuestra la capacidad de algunos grupos de reinventarse a si mismos, ya que con con una carrera de más de 20 años hasta entonces, consiguen dar otra vuelta de tuerca a un sonido que se había ido adaptando a cada época que pasaba el grupo, desde un sonido típicamente 'stoniano', a un típico rock ochentero con deslices hacia el rap, hasta llegar a su época más gloriosa (exceptuando clásicos como 'Toys in the attic' o 'Dream On') con la trilogía que forman los álbumes "Permanent Vacation", "Pump" y "Get a Grip", donde consiguen mezclar a la perfección la comercialidad del pop con el sonido del rock más puro.


Stevie Wonder - Talking Book (1972)


Uno de los discos clásicos de la década de los 70 por excelencia que ejemplifica la capacidad creativa de un Stevie Wonder tocado por la inspiración divina, y al mismo tiempo marca un punto y aparte en la forma de entender la música negra hasta entonces, entrando de lleno en el público blanco gracias a una sabia combinación de ritmos soul y funkies combinadas con armonías clásicas del pop, que dan lugar a superhits como "You Are the Sunshine of My Life", "Superstition", "Maybe your Baby" o "Blame it on the Sun".


Introducing the Hardline According to Terence Trent D'Arby (1987)


Otro impresionante disco de debut, esta vez de la mano del entonces veinteañero Terence Trent D'Arby. Fue considerado al instante un digno sucesor de Prince, y junto con Michael Jackson y Stevie Wonder forma parte de la élite de la música negra de finales del siglo XX gracias a una impresionante capacidad vocal, capaz de sonar de la manera más melodiosa (If You Let Me Stay)  a la más rockera (Wishing Well), pasando por un gran dominio de la música soul, que demuestra en la gran versión del clásico de los Jackson 5 "Who's Loving You". Compositivamente el álbum es un derroche de talento, tanto en el apartado rítmico, con una forma muy original de acercarse a las canciones (Sign Your Name); como en el armónico, creando unas melodías que fusionan el pop y el soul con total perfección



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Norah Jones - Come Away With Me (2002)


Este disco de debut de la cantante y compositora Norah Jones se convirtió rápidamente en un éxito, ganando 8 premios Grammy y vendiendo 20 millones de discos. Las razones fueron una sabia mezcla de musicalidad jazz con melodías pop que le dan a las canciones un cierto aire de culto, aún escondiendo una gran comercialidad. Fue gracias al saber hacer de los compositores Lee Alexander y Jesse Harris, creadores de la mayoría de las canciones, y de la gran voz de la cantante, así como de unos simples pero originales arreglos para piano..


 

Rolling Stones - Let It Bleed (1969)



Publicado a finales de los sesenta, es una muestra de la mejor época de los Rolling Stones, ya que está situado cronologicamente entre "Beggars Banquet", "Sticky Fingers" y "Exile On Main Street". Es una gran muestra de la sonoridad inconfundible de los Stones y de su gusto exquisito al componer canciones tradicionales de blues y country pero haciéndolas sonar de forma diferente. Incluso el clásico versionado de Robert Johnson (Love In Vain) coge una profundidad especial, superior a mi entender a la original. Es el disco de "Gimme Shelter", "Honky Tonk", "Midnight Rambler" o "You Can't Always Get What You Got". Aunque yo me quedo con esta:


Lenny Kravitz - Let Love Rule (1989)


Tremendo disco de debut de Lenny Kravitz. Seguramente su álbum menos conocido pero el más completo  y sobretodo el más 'fresco', con una falta de prejuicios a la hora de componer que es de agradecer y que demuestra tener un gran dominio de la composición y sobretodo haber escuchado una ingente cantidad de música, ya que va desde el pop más 'tradicional' hasta el blues, pasando por el rock o el soul. Todo ello mezclado en una producción muy artesanal (8 pistas).


The Beatles - Revolver (1966)


Disco que, como el anterior, marca un antes y un despúes en la trayectoria de un grupo y de la música pop en general. Si hasta entonces los Beatles  se habían dedicado a componer canciones pop 'sin más' (muy buenas, eso si) en este álbum dan la primera vuelta de tuerca (intuida ya en su anterior disco 'Rubber Soul') a partir de una pregunta muy simple: ¿se puede 'experimentar' con una canción? Y eso hicieron: instrumentos tocados al revés en "I'm only sleeping'; canciones de un acorde en 'Tomorrow Never Knows'; música clásica en "Eleanor Rigby"; instrumentos de otras culturas en "Love you To" o música infantil en "Yellow Submarine". Todo valía en una obsesión, que nunca más se ha dado en un grupo, por llevar la musica de su época hasta sus últimas consecuencias.

Mecano - Entre el Cielo y el Suelo (1986)


La importancia de este disco es que marca un antes y despúes en la trayectoria del grupo en particular  y de la música española en general. Las canciones empiezan a ser verdaderas composiciones en lo musical y conceptual, sobretodo de la mano de Jose María Cano, creando verdaderas joyas que se conviriteron en clásicos de la música tanto patria como internacional: 'Cruz de Navajas', 'Me cuesta tanto olvidarte', 'No es serio este cementerio' o 'Hijo de la Luna'.


Viva la Noise


Uno de esos discos poco conocidos pero que destaca por encima de cualquiera a finales de los noventa (1998). Más que un álbum original se trata de un recopilatorio de canciones ya grabadas con anterioridad junto a otras hechas expresamente. Seguramente por esto posee una gran calidad en todas las composiciones, que rebosan fuerza y energía por todos lados.
Stevie Salas empezó como guitarrista de estudio acompañando a Mick jagger, George Clinton o Justin Timberlake entre otros, y de vez en cuando grababa sus 'cosillas' para acabar convirtiéndose en un verdadero fenómeno musical. Mezcla el rock, el blues y el pop como nadie y lo hace con un talento apabullante.


Thriller (1982)


Uno de los discos más influyentes de la historia del pop, ya que supuso un paso más en la forma de entender la música hasta aquel momento, donde el sonido (canción), la imagen (vídeos) y la interpretación en el escenario se entendían de forma independiente. Aquí se iban a entrelazar y formar un tándem que dura hasta el momento, donde las canciones entran tanto por los oídos como por los ojos y aprovechan hasta el último detalle de las tendencias tecnológicas del momento. El disco es un prodigio de producción y composición donde hasta los sintetizadores ochenteros suenan más que dignos hoy en día.  Todas las canciones del disco son clásicos actuales y es el más vendido de la historia.


Ten


Publicado en plena época Grunge (1991), este disco tiene la particularidad de haberle dado a este estilo musical el saber hacer del rock, con canciones muy trabajadas en la música y las letras. Se trata de toda una explosión de energía condensada en once canciones y contiene clásicos actuales como 'Even Flow', 'Alive' o 'Jeremy'. Uno de los discos de debut más importantes de la música, sonando ya como un grupo consagrado en su primer álbum.

The Freewheelin' Bob Dylan


El segundo disco de Bob Dylan data del año 1963. Es el disco de 'Blowin' in the wind', pero si no estuviera daba igual. Con 'Masters of War', 'A Hard Rain's a-Gonna Fall', 'Girl from the North Country' o 'Don't Think Twice it's All Right' ya hubiera pasado a la historia. Solamente con una guitarra, una armónica y la voz,  consigue combinar a la perfección el country y el blues con el pop.



Spice



Hala, este para descansar un poco. Grupo-fórmula creado por los productores ingleses Chris y Bob Herbert, con todo muy meditado y pensado: las canciones, las chicas, el vestuario, el marketing. Las canciones eran frescas y estaban muy bien compuestas aunque el disco tenía altibajos con algunas que parecían de relleno. No ha soportado muy bien el paso del tiempo pero sigue teniendo momentos álgidos como 'Say you'll Be There', '2 Become 1', 'Mama' y sobretodo la canción número uno en 35 países 'Wannabe', con un gran vídeo grabado en una sola toma, que si lo hacen los Pixies los canonizan..



To Bring You My Love


Con una sólida base 'bluesera' y rockera, P J Harvey consigue crear un disco con una sonoridad muy original y unos arreglos excelentes que combinan perfectamente con las melodías y el tono místico de las letras, con muchas referencias religiosas. Fue el cuarto disco de la compositora y la lanzó a la fama mundial gracias a la comercialidad 'escondida' de sus canciones, merced también de la labor del productor John Parish, quien toca varios instrumentos en las grabaciones. Han querido repetir la magia en discos posteriores pero ni se acercan.

Bone Machine


Ahí está. Después de 13 grabaciones lo vuelve a hacer. Seguramente es el disco más 'comercial' de Tom Waits, con algunas canciones rozando el pop ('I Don't Want to Grow Up') pero nunca sin salirse de su estilo. Como en todos sus álbumes hay una mezcla de géneros que van desde el gospel de 'Jesus Gonna Be Here', el blues clásico de 'Murder in the Red Barn' o el rock experimental de 'All Stripped Down' y 'Goin' Out West', con grandes baladas marca de la casa como 'Black Wings'.


Are you Experienced?


Más que un disco este álbum parece un recopilatorio. Ya con 25 años (1967)  Jimi Hendrix crea su primera grabación y se nota que era un músico rodado. Cada nota parece meditada y las canciones trabajadas a conciencia, creando unos sonidos desconocidos hasta entonces gracias a la experimentación en el estudio. Lo grande de Hendrix es que le saca todo el partido posible a la tecnología de la época, a los instrumentos, a las estructuras compositivas, a los acordes... Todo lo vuelve a reinventar. 'Foxy Lady', 'Manic Depression', 'Red House', 'Hey Joe', 'Fire', 'Purple Haze', 'The Wind Cries Mary'... sí, están todas ahí.


Post Orgasmic Chill



Apabullante mezcla de rock, pop, heavy y punk del grupo inglés Skunk Anansie. Todo mezclado y concentrado en unas canciones que sorprenden por sus originales arreglos y estructuras, mezclando continuamente ritmos pausados y enloquecidos en la misma canción o melodías casi operísticas sobre un fondo de ritmos frenéticos y distorsión. Un disco infravalorado con canciones que podrían haberse convertido en clásicas ya que mezclan perfectamente comercialidad y calidad. 'Charlie Big Potato', 'We Don't Need Who You Think You Are', 'Tracy's Flow', 'Lately' o 'Good Things Don't Always Come to You' son una buena muestra de ello.


Tunnel of Love



A veces parece imposible que un músico vuelva a sorprender, pero el Boss lo consiguió de nuevo con este gran disco, no tan redondo como el anterior en su conjunto pero si mejor en la calidad de algunas canciones, como 'Brilliant Disguise', 'Thougher Than the Rest', 'Spare Parts' o 'Tunnel of Love', esta última con un comienzo muy brillante. Los sintetizadores ya no son tan evidentes, cosa de agradecer, y la batería sigue al mismo nivel, o mejor.



                                                            

Born in the USA



El disco más comercial de Bruce Springsteen hasta la fecha (1984) es una colección de canciones redondas, a cada cual más buena. Uno de esos álbumes que parecen tocados por inspiración divina. De hecho es el disco con mayor número de exitos junto con el 'Thriller' de Michael Jackson: 'Dancing in the Dark', 'Cover Me', 'Working in the Highway', 'Bobby Jean'... pero sobretodo la canción que da título al álbum, con un apabullante comienzo de la mano de uno de los mejores baterías de la historia del rock: Max Weinberg.


...Baby One More Time


De nuevo tenemos aquí el trabajo de otro 'genio en la sombra', un productor y compositor llamado Max Martin que se había hecho algo famoso en el mundillo con canciones para los Backstreet Boys y que a partir de este disco no pararía de componer números uno del pop para la misma Britney, los Backstreet, N'Sync o hasta Kate Perry y Bon Jovi. Como pasa en estos casos, si nos dejamos de prejuicios vemos que son canciones muy trabajadas, con unas armonías complejas y sobretodo con unos arreglos sorprendentes y originales, una muestra de ello es el uso del piano en la canción que da título al disco. El resto del álbum tiene un nivel con altibajos, destacando las canciones del citado Max Martin o de Eric Foster White, pero sobretodo se trata de un disco que revitalizó la escena musical pop de la década del 2000 aportando frescura y calidad en las canciones.


Led Zeppelin IV



Con esta bonita carátula el grupo liderado por Robert Plant y Jimmy Page presentaba el segundo disco más vendido de la década de los setenta, más variado en estilos musicales que sus discos anteriores, con influencias que van desde el rock clásico de 'Rock and Roll', el sabor celta de 'The Battle of Evermore', la psicodelia de 'Four Sticks', el country de 'Going to California' o el misticismo de 'Stairway to Heaven'.


Nevermind



Kurt Cobain inventó una nueva forma de hacer canciones a partir del sonido 'grunge', contrastando unas delicadas melodías y armonías con poderosas guitarras eléctricas y baterías rockeras. El resultado fue una explosión enloquecida de canciones que aún suenan nuevas y tienen el mérito y la virtud de saber transmitir toda la rabia del 'espíritu adolescente'. Fue publicado en 1991 y la compañía editó 50.000 copias, lo máximo que esperaba vender. Un año después vendía 300.000 a la semana. ¿Por que? Pues por 'In Bloom', 'Polly', 'Come as you are', 'Lithium' o 'Smells like Teen Spirit'.


Black Album



Uno de los grandes discos del rock tirando al heavy es el Black Album (1991) de unos Metállica más contenidos que nunca gracias a la labor del productor Bob Rock, quién les hizo dejar los largos desarrollos musicales de discos anteriores para concentrar el mismo poderío músical en menos minutos, dando con la fórmula que convertiría al grupo en un fenómeno de masas gracias a canciones como 'Enter Sandman', 'Sad But True', 'Wherever I May Roam', 'The Unforgiven' o la balada  'Nothing Else Matters', con un solo de guitarra compuesto por el cantante y compositor James Hetfield que es todo un prodigio musical (minuto 4:45).


God and Guns



Aquí me voy a marcar una. Sí, estos son los de 'Sweet Home Alabama'. Quién iba a decir que casi treinta años después (2009)  iban a sacar un disco como este. Una tremenda colección de canciones de rock sureño sin contemplaciones, orgullosos de creer en Dios y no en Obama,  'Still Unbroken', 'God and Guns', 'Simple Life', 'Skynyrd Nation' o 'Little Thing Called You' son una muestra que la inspiración se adormece, pero no desaparece.


Apettite for Destruction



Pongo aquí la carátula original, censurada después, de este disco de 1987, el primero del grupo y el mejor con diferencia (con el permiso de Use your Illusion). Un puñado de puro rock como hacía tiempo no se había oído. Cada canción derrocha originalidad en su composición y producción y supuso una revitalización del género. Conocido sobretodo por su balada 'Sweet Child of Mine' y su inspirado riff inicial, el álbum está repleto de clásicos como 'Welcome to the Jungle', 'Mr. Brownstone', 'Nightrain' o 'Paradise City', donde nunca un silbato había sonado tan bien.



Like A Prayer



Patrick Leonard, un genio en la sombra, fue el principal artífice de este gran disco de Pop. Él es el responsable de la composición y producción de las principales canciones del disco: 'Like a Prayer', 'Promise to Try', 'Cherish' o 'Dear Jessie', demostrando ser un artesano de la música en el mejor sentido de la palabra. Unas armonías poco usuales con un gran dominio de los arreglos (como las cuerdas en 'Dear Jessie' o el piano de 'Promise to Try') convertían a las canciones en pequeñas obras maestras. Prince también aparecía por el medio en un par de canciones, haciendo dueto con Madonna en la mejor época para los dos artistas.


Sonic Temple



A finales de los ochenta hubo una explosión de rock donde este disco destaca sobremanera. Creado ya a finales de la década (1989) es curioso oír lo bien que aguanta el paso del tiempo. Las canciones parecen grabadas ayer mismo y mantiene intacta la fuerza con que se grabó, gracias en parte a la prodigiosa voz de Ian Astbury y a la impecable producción de Bob Rock. Las canciones más conocidas son 'Fire Woman', 'Sun King', 'Edie (Ciao Baby)' y 'Sweet Soul Sister'.


Purple Rain



Con esta carátula tan ochentera, Prince Roger Nelson creó uno de los discos más impresionantes de la historia. Nueve canciones le sobraron para demostrar porqué ha sido uno de los músicos más grandes del siglo XX. Desde la rockera 'Let's Go Crazy', el funk de 'Darling Nikki', el pop de 'When Doves Cry' o la balada 'Purple Rain' demuestra un inusual dominio de la composición y el virtuosismo musical. Una muestra de esto es la magistral forma de acabar esta canción (minuto 3:00 en adelante):


The White Album




The Beatles, como no, y uno de sus últimos discos: el Álbum Blanco, grabado en 1968 en formato de doble vinilo. Tiene treinta canciones, entre ellas clásicos de la banda como 'Back in the U.S.S.R.', 'While my Guitar Gently Weeps' (con Eric Clapton a la guitarra), 'Blackbird', 'Helter Skelter' o 'Revolution'. Fue grabado en un periodo de gran tensión entre los componentes de la banda, lo que se nota en la concepción del álbum, que se puede entender como un conglomerado de canciones 'sueltas', cada una de su padre y de su madre. Precisamente esto le da al disco un aire menos pretencioso de otros trabajos del grupo, como el 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' de 1966, y no lo hace tan pesado de escuchar entero.